En el calendario cristiano, la fecha sirve para conmemorar el martirio de Simón Pedro y Pablo de Tarso, dos de los apóstoles que acompañaron a Cristo en su misión evangelizadora.
Los análisis historiográficos y exegéticos señalan que San Pedro y San Pablo fallecieron en Roma bajo el gobierno de Nerón, y según la tradición católica, el 29 de junio se celebra el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias.