Señor, te pedimos que en este mes nos brindes la gracia que nos impulse a vivir la solidaridad con nuestros cercanos, en nuestras comunidades y con los más olvidados.
Que seamos capaces de seguir el ejemplo y testimonio de San Alberto Hurtado nos incite y nos haga tomar conciencia de nuestra responsabilidad en construir un país donde nadie quede excluido de los bienes que Dios ha destinado a todos sus hijos e hijas.